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Mostrando entradas de julio, 2015

El último beso...

Él la ignoraba con la misma frecuencia con la que respiraba. Ella lo miraba decepcionada, triste, jamás le haría algo así. Estaba a su lado físicamente pero se sentía cada vez más sola. Le costó trabajo entender al principio por qué actuaba de ese modo. Con el paso del tiempo comprendió que era su falta de interés en ella. No es que no la quisiera, simplemente le parecía tediosa y aburrida. Como cuando de tanto comer un dulce termina por hostigarte pero pasado un rato tienes antojo de más. Así era su relación. Al menos lo que él sentía hacía ella. El sentimiento al principio no era reciproco, ella intentaba ver el vaso medio lleno mientras él se quejaba de lo vació que estaba. Trataba de no fastidiarlo, lo dejaba en su mundo mientras él sentía que ella solo le traía problemas. Era reservado, nunca le decía lo hastiado que a veces se sentía de ella ,solo se quedaba callado cuando ella le hablaba, la ignoraba por completo. Entonces ella sollozaba en secreto, se le resquebrajaba una

El comienzo

-Lizzie. -¡Odio que me llames así! me haces sentir como si fuera una niña y no lo soy- replicó -¡Te amo!- dijo Anthony Ella lo miró incrédula. Crecieron juntos y a pesar que él no le era indiferente sintió una terrible sensación cuando le externó sus sentimientos. -No deberías decirlo si no lo sientes. -Estoy totalmente seguro de ello. -Pues gracias.- respondió indiferente -¿Cuándo vas a dejar de ser una niña caprichosa? -¡No lo soy! -¡Entonces termina de una vez con el berrinche! Ella sonrió sarcástica. Volteó los ojos y se giró dándole la espalda. Anthony la tomó del brazo y con un movimiento la jaló hasta que quedó a su merced. -¡Me estas lastimando! -Lo mismo digo… Él la besó tierna y apasionadamente. A.Holt

El último beso

Ella entró al departamento con una bolsa llena de comida. La colocó sobre la barra y se puso un mandil. Pasó la tarde cocinando. Adornó la mesa con una vela, flores y copas. Quería que ese día fuera especial, más allá del día de los enamorados estaba el hecho de darle un detalle. Había olvidado comprar una botella de vino así que salió por un momento. Él llegó poco después de las 7 p.m. ni siquiera notó la mesa. Se dirigió a la sala y continuó con su trabajo. Cuando ella llegó lo vio emocionada. Se acercó hasta donde se encontraba y sonriendo extendió su mano mostrando una pequeña caja. Él volteo, la tomó y la colocó a un lado del sillón. A penas murmuró un “gracias” y continúo con su trabajo. -¿Sabes qué día es hoy?- preguntó decepcionada. -Jueves…- -¿No vas a preguntar por qué te dí ese regalo?- -Estoy ocupado.- -Creí que podíamos celebrar. Quería que fuera un día especial.Pasé la tarde cocinando…- -No tengo hambre.- -Hoy es día de san valentín. Quiero que hagamos algo especial, por

Cada mañana

Cada mañana era el mismo lío. La resolana entrando por mi ventana grisácea. Las nubes cubriendo en su totalidad el azul del cielo y yo, recostado encima de la cama recubierta por esas sábanas blancas percudidas por tanto lavarse. La miraba como quien mira a un extraño. Con esa sensación de incertidumbre, de abandono. La admiraba como se admira a un poeta, con ese respeto. La amaba sin condiciones, sin tiempos sin excusas ni pretextos. La amaba en su total expresión, consciente de sus actitudes y desdenes. Cuántas veces fui testigo de sus caprichos y desplantes. De sus vanidades y mentiras. Nada impidió que la amara con todas las ganas que puede tener un moribundo.

Error

¡Cuánta hipocresía guardaban sus palabras! después de todo fue él quien había tomado sus cosas la primera vez. Yo me quedé parada junto a la ventana. Vi como salió de la casa con la maleta de piel que nos regalaron el día que nos casamos. Subió al auto que compramos juntos y se marchó de aquel lugar en el que formamos un hogar. Lloré en silencio para no despertar a los niños. Sufrí tantas noches su ausencia. No hay mal que por bien no venga. Él regresó, con la cola entre las patas, me miró como un perro mira a su amo pidiendo perdón. Con el agua de la lluvia escurriendo por encima de su rostro, pálido, asustado. Con su cabello ébano embarrado y su barba de medio día. Lo miré como se mira a un extraño, a alguien que te ha hecho tanto daño.No sentí nada, ya ni para odio daba éste corazón. Me dijo “Fue un error, perdóname…” ¿Error? ¡Error es marcar a un numero equivocado! Error es tocar el timbre de otra dirección. ¡Error es haberme casado contigo! Admito que estaba dolida. Alg

Un día sin ti

La profunda sensación que le provocó la vista a través de esa ventana era inexplicable. El tono azulado del cielo, la calidez del sol, el aire tibio. Recordó un día de su infancia cuando salía a nadar con sus primos. Sintió el agua de la piscina acariciando su cuerpo. El sol brillando por encima de los árboles, el aire fresco. Jamás se había sentido tan extremadamente feliz como cuando se recostaba en la orilla de la alberca. Cerraba los ojos y dejaba que el sol calentara el agua. Sentía como su rostro se iba secando y su cuerpo se fundía con el agua de la piscina. No quería salir de ahí. Quizá si le hubieran preguntado por un día feliz, hubiera dado mil vueltas a la pregunta antes de responderla y, probablemente no hubiera sido del todo honesta. Fue incluso extraño para ella el hecho que, una ventana, le trajera ese hermoso recuerdo almacenado en la profundidad de su memoria. A.Holt

La vida sin ti

Desde aquella noche en que te soñé tan claro, tan cerca, desperté con una extraña sensación de tristeza. Me invadió el miedo y la soledad, me llené de culpa y remordimiento. Pensé si había tomado la decisión correcta al haberme enamorado de alguien más, al dejarte ir. Quizá debí luchar por nuestra relación, quizá debí abrazarte más fuerte aquella tarde en que nos despedimos. Si hubiera sabido que no era un hasta pronto, me hubiera aferrado a ese momento. Te busqué, Dios sabe que lo hice pero en esta vida me fue imposible reencontrarte. Tu y yo no podríamos amarnos en esta vida. A pesar de ser tan afines, de tener los mismos gustos, la misma esencia, tuvimos que separarnos. Aún te amo, siempre lo haré. En este cuerpo al que ahora desconozco, en este lugar al que vine a caer.Rodeada de personas que me llaman por un nombre que no me pertenece. Viviendo esta extraña vida sin ti. A.Holt

Some writing…

She was standing by the window. The air was coming from outside, ruffling the white silk curtains. The wooden floor creaked every time she moved. Finally, she closed the window, headed for the exit, took a bronze key from his pants, and left the room. He locked the old cedar door. She slowly walked down one by one the steps of the stairs to the first floor and she looked at him. He was motionless in the middle of the cold room. She approached him as if she had expected this moment all her life. He rose from his chair and took her hand. He squeezed it against his chest, and after giving her a warm kiss on the forehead, he directed her towards the front door. Both left the house that until day had kept them hidden, that until that day it had witnessed their love.

New romance suspense book coming

I’ve been working in new book for a couple months, exploring the suspense subgenre of romance. I’m currently in draft 2 at 30,000 words. I expect to finish it this month, and then send it to copyedit, get a cover and hopefully, have it on sale in about two months. The story goes likes this. New York City Police Department Chief’s daughter is kidnapped by a drug syndicate under a very suspicious set of circumstances. So now, Bryan (the chief) is forced to turn to an ex-member of this ‘gang’ (who is a gorgeous female), and thus clear her record by way of payment, in order to infiltrate the syndicate and get his daughter back. All this in order to ensure the safe delivery of an incredibly toxic and illegal drug into the city. In the end, he is then forced to choose between his daughter, the ex-member and what is right. Hope you’re all doing well!

The Deal – First Chapter

Two years of interning at Sykes & Williams opened up many doors for Kyle Carter and his friend Matt Vaughn. They came to know major players in California business and both received offers to become salaried employees at Sykes & Williams. Both remained in the company for a few years so they could continue to make important connections and fine tune their skills. After that, Kyle and Matt were ready to start up Carter Health. The name was decided upon after a lengthy conversation. The sound made by a "C" was more recognizable and friendly. “V” was considered too be intimidating and snobbish, so Matt bought it. Carter Health was comprised of three small to midsized insurance providers. They ingratiated with them while they were still at Sykes & Williams. They billed themselves as a fresh innovative HMO ready to take on new providers. While true, they needed to grow their business quickly. “We have a zero margin for error, Matt. We have a trickle of cash flow a