¿Mencioné que él era mi cómplice de aventuras? Lo conocí cuando cumplí 9 años aunque ya lo había visto en varias ocasiones en el patio, yo corría atrás de los coches, me escondía y veía como se despedía de mi tia, en aquel entonces era solo el pretendiente de mi tía, ni novios, ni amigos, solo alguien interesado en ser parte de la familia. Tenía un coche blanco y ella una foto de él en su moto de carreras sobre su buró. Recuerdo que me dio dos cosas, una pistola llavero que hacía sonidos y que cuando me la dio me pareció el regalo más fabuloso del mundo. Aún lo tengo guardado. Y una lotería por mi cumpleaños. Yo era como ese animalito perdido que busca un poco de afecto. Mi padre nos abandonó cuando tenía 3 años, de él solo tenía el apellido y un perro, un enorme y bellísimo Lassi al cual llamamos payaso. Payaso porque cuando mi mamá dejó la casa donde vivía con mi papá, el primero en subirse al auto fue el perro, como si estuviera dispuesto a conducir con tal de no dejarnos...
Autora de libros de romance