Naomi se sentó en una de las sillas que estaban cercan de la ventana. Ordenó un café y cruzó los brazos por encima de la mesa mientras esperaba que dieran las 5.
La última vez que llegó antes de la hora prevista a la casa de Alexis lo encontró indispuesto, molesto. Lo conocía bien y considerando su estado no quería provocarle otro disgusto, la última vez que lo hizo le dejó de hablar por más de 2 semanas.
No podía negar que estaba completamente enamorada de él, tanto que, no le importaba que estuviera inválido y tuviera mal carácter.
Ella imaginaba su vida a su lado, estaba dispuesta a hacer hasta lo imposible con tal de hacer que recuperara un poco de la vida que perdió tras el accidente.
Bebió su café tranquilamente mientras observaba pasar a la gente y pensaba en cómo hubiera sido la vida si él no se hubiera marchado de la reunión aquella fatídica noche.
Alexis daba clases de baile en la universidad, Naomi era una de sus alumnas. Para ella, no había nadie más atractivo que él, lo adoraba en secreto.
Le fascinaba hablar con él, hacerlo reír, la forma en que la estrechaba entre sus brazos sin mirarla mientras daba una muestra a los alumnos de como se debía bailar.
Varias veces trató inutilmente de invitarle un café. No fue sino hasta la noche del 14 de febrero en que ambos coincidieron en una reunión, que ella tuvo la oportunidad de acercarse a platicar con él.
-Esta si que es una sorpresa, no esperaba encontrarlo aquí.
-No creí tampoco encontrarte aquí, no tenía idea de que fueras prima de Jackson.
-No, nos parecemos, mi madre es...no importa -sonrió nerviosa-. Me da gusto encontrarlo fuera de la universidad, quiero decir en una ambiente más relajado.
Entonces Alexis la miró de otra forma, no le pareció tan joven, ni tan fea, ni tan inmadura. Naomi era sin duda una mujer interesante.
-Me gustaría tener un poco de dirección, es decir me gustan muchas cosas pero no me veo viviendo de alguna. Tengo miedo a fracasar, a que me juzguen por mis errores y se mofen de lo tonta que soy.
-No debería importarte la opinión de los demás.Siempre habrá alguien que envidie tu forma de vivir y se burle de tus decisiones, pero eso solo denota lo frustrado que esta por no hacer lo que tu haces.
-Es una bella manera de ver las cosas, de no ciclarse en los errores.
Cuando el reloj marcó las 5, Naomi salió corriendo de la cafetería. A Alexis no le gustaba la impuntualidad y ya era bastante tarde.
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