-¿No dices nada?
-Te fuiste tan repentinamente, dejaste de escribirme. Pasé una semana sin saber de ti Joshep. No sabía que sucedió, no tenía explicaciones. Me diste unas ores y desapareciste de mi vida. Ahora reapareces y no sé qué pensar. No es que no tengo sentimientos por ti o que no te haya extrañado.
Joshep acercó su frente a la de Irina y entre murmuraciones continuaron la conversación.
-Lo siento, tenía que pensar bien las cosas.
Irina se separó de él y dio dos pasos atrás dándole la espalda.
-¿Qué cosas?
-Nosotros. Me gustas mucho pero me frustra no poder salir contigo -dijo acercándose a ella-. Quiero que seas mi novia, quiero estar a tu lado para cuando me necesites. Enfrentaré a tu padre de ser necesario.
-Te fuiste tan repentinamente, dejaste de escribirme. Pasé una semana sin saber de ti Joshep. No sabía que sucedió, no tenía explicaciones. Me diste unas ores y desapareciste de mi vida. Ahora reapareces y no sé qué pensar. No es que no tengo sentimientos por ti o que no te haya extrañado.
Joshep acercó su frente a la de Irina y entre murmuraciones continuaron la conversación.
-Lo siento, tenía que pensar bien las cosas.
Irina se separó de él y dio dos pasos atrás dándole la espalda.
-¿Qué cosas?
-Nosotros. Me gustas mucho pero me frustra no poder salir contigo -dijo acercándose a ella-. Quiero que seas mi novia, quiero estar a tu lado para cuando me necesites. Enfrentaré a tu padre de ser necesario.
Él la tomó de la mano, la volteó hasta tenerla frente a
frente y la fue acercando lentamente hasta que sus labios
se encontraron casi sin distancia. La respiración de ambos
se aceleró conforme se acercaron. La presión de los labios
hizo que ella contuviera un suspiro. Los labios de Joshep
lentamente abrieron la boca de Irina. Sorprendida se dejó
llevar por esa nueva sensación desconocida pero excitante.
Con total agilidad Joshep deslizó su lengua suavemente al
interior de la boca de Irina acariciando lentamente la suya.
El dulce sabor de sus labios cálidos, suaves, fundidos en
uno sólo con los de él. Su suave piel porcelana, sonrojada
ante la intensidad del momento, el primer beso que le
quitó por completo el aliento.
Una corriente eléctrica recorrió sus cuerpos, Irina abrazó el cuello de Joshep instintivamente y él la sujetó fuerte de la cintura acercándola a torso. Luego de ese intenso beso Joshep juntó su frente contra la de ella, tratando de recobrar el aliento ante la intensidad de sus sentimientos. Le susurró.
-Estoy perdidamente enamorado de ti, cada día que pasa me haces más falta que el anterior. Simplemente ya no puedo vivir sin ti Irina, te necesito, jamás imagine que sentiría algo así por alguien. Me gustaría que fueras mi novia.
Una corriente eléctrica recorrió sus cuerpos, Irina abrazó el cuello de Joshep instintivamente y él la sujetó fuerte de la cintura acercándola a torso. Luego de ese intenso beso Joshep juntó su frente contra la de ella, tratando de recobrar el aliento ante la intensidad de sus sentimientos. Le susurró.
-Estoy perdidamente enamorado de ti, cada día que pasa me haces más falta que el anterior. Simplemente ya no puedo vivir sin ti Irina, te necesito, jamás imagine que sentiría algo así por alguien. Me gustaría que fueras mi novia.
La declaración de Joshep hizo que a Irina le temblaran las
piernas, sintió la intensa necesidad de continuar besándolo,
pero se contuvo. Sin embargo él no lo hizo y volvió a
besarla. El beso correspondido de ella lo sorprendió. El
celular sonó, interrumpiendo el apasionado beso.
Irina contestó jadeando, tratando de tomar una bocanada
de aire entre cada palabra. Su tía le ordenó que regresara
de inmediato a la cafetería, respondiendo ante la pregunta
de por qué estaba sofocada diciendo:
-Estoy caminando, diez minutos más -colgó de inmediato diciéndole a Joshep que necesitaba regresar al trabajo-. Son las cinco, le pedí diez minutos más a mi tía pero debo cumplir o de lo contrario ya no me dará permiso de salir.
-De acuerdo. ¿En dónde nos quedamos?
Joshep abrazó a la joven, la besó apasionadamente en los labios sujetando con una mano su cuello y con la otra su cintura.
-Estoy caminando, diez minutos más -colgó de inmediato diciéndole a Joshep que necesitaba regresar al trabajo-. Son las cinco, le pedí diez minutos más a mi tía pero debo cumplir o de lo contrario ya no me dará permiso de salir.
-De acuerdo. ¿En dónde nos quedamos?
Joshep abrazó a la joven, la besó apasionadamente en los labios sujetando con una mano su cuello y con la otra su cintura.
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