Él se levantó violentamente de la mesa, tiró la comida a la basura y empezó a gritar.
Ella no esperaba una reacción tan exagerada por una acusacion que ni siquiera tenía fundamentos.
Su comida tenía un intenso sabor a mantequilla.
-¡sabes que soy alérgico!
-no le puse mantequilla.
-¡sabe a mantequilla!
-pues no le puse.
Intentó explicarle que no era cierto pero sus palabras parecieron enfurecerlo cada vez más hasta que terminó aventando la vajilla contra la pared.
-¿cuántas veces te he pedido que no reacciones de ese modo?
-¡te estás burlando de mí!
-¿de qué hablas? Ya te dije que no le puse -respondió desconcertada.
Él se dio la vuelta sin escuchar explicaciones. Ella se quedó limpiando la cocina.
A él no le importaba todo lo que ella hacía por él, si estaba cansada o le dolía algo o simplemente quería sentarse y que alguien le preparará la cena, ella no tenía ese privilegio.
Cusndo terminó de limpiar se paró junto a la ventana mirando las estrellas, sabía que él intentaría por todos los medios de culparla por algo que no hizo y eso le partió el corazón.
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