Marc entró a la habitación Joana, la observó un par de minutos mientras dormía. Ella despertó al sentir que alguien se sentaba en su cama, él cubrió su boca y ella lo miró asustada, no esperaba que se atreviera a tanto. Cuando se calmó retiró su mano y ella lentamente se incorporó. -¿Qué haces aquí? -susurró. -Necesitaba verte. -Podrías haber esperado a que amaneciera. -No, necesitaba hacerlo ahora mismo. -Espera afuera, me cambiaré y hablaremos en el jardín. -No pienso irme de tu habitación hasta que hablemos. -Ya te prometí que lo haremos, ¿acaso no confías en mí? -Ahora, alguien podría verme y entonces tendría que irme, sabes bien que no le agrado a nadie aquí. -Está bien, te escucho. -Quiero que te quites esa tonta idea de olvidarme. -Qué... -Quiero que vengas conmigo. -No puedo hacerlo, le prometí a mi madre que me quedaría con ella y eso haré. -Es que ella está equivocada, tiene un mal concepto respecto a mí y te lo ha metido en la cabeza. -Eso no es verdad. ¿Crees que no me...
Autora de libros de romance