Aideé McGraham entró corriendo a su auto, aventó la botella sobre el asiento del copiloto y arrancó.Manejó sin rumbo con la mirada perdida hasta que se detuvo en un pequeño restaurante en medio de la carretera. Tenía las manos llenas de sangre cuando se sentó en la barra a pedir un café.La camarera la observó temerosa de su reacción y de inmediato dio aviso a las autoridades. -¿Día difícil no? -puso la taza sobre la barra y le sirvió precavida. -Eso parece -se frotó la nariz y acomodó su cabello, las manos le temblaban- ¿en dónde esta el baño? -Al final del pasillo. Se levantó de la barra y caminó tambaleándose hasta llegar, abrió la llave del grifo y mientras el agua corría alzó la mirada viéndose al espejo, recordó la última conversación que tuvo con su madre antes de que ella tomara la determinación de suicidarse,Aideé tenía a penas 9 años. -Eres muy hermosa -susurró mientras cepillaba su cabello-, voy a recordarlo siempre. -¿Papá y tu están peleados? -¿Por qué ...
Autora de libros de romance