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Junto a mi.

Jeffrey jamás sentía vergüenza o arrepentimiento por nada de lo que hacía. Su seguridad era quizás una de sus mejores virtudes. Con el tiempo entendería que vivía su vida al limite y había una razón.

Aquella noche entró al Cartagena, atravesó el empedrado pasillo con amplias paredes rojas y recorrió al menos 3 de los 4 salones del lugar antes de finalmente llegar al rouge.

Bajo las luces de neon verdes y amarillas atravesó el humo del escenario y se acercó a la barra bajando lentamente las escaleras.
Saludó al hombre que servía los tragos y recargó los brazos sobre la barra mientras este le servía su bebida, le sonrió a una bella mujer que fingió tropezar con él.
Jeffrey era todo un don Juan, acomodó su negra cabellera echándola para atrás en un solo movimiento y bebió hasta el fondo el trago que había pedido.

Su sonrisa era candorosa, nada que ver con su personalidad rebelde. Miraba siempre provocativo sabiendo lo irresistible que era.
Me acerqué a la barra en busca de un par de botellas de agua, Chaz tenía sed y el concierto estaba a punto de empezar.
Ignoré por completo su presencia hasta que sentí el peso de su mirada sobre mi.

-Entonces no vas a beber nada -preguntó como si se burlara de mi.

-No -respondí indiferente-, y tu tampoco deberías hacerlo -añadí molesta.

-Que aburrida eres.

-Por fortuna para ti no venimos juntos -dije y me marché.

-Anna.

Dijo sosteniendo mi brazo, su mirada me hizo estremecer.

-Ven conmigo, vamos a otro lugar.

-Chaz me esta esperando, tengo que volver con ella.

-Estará bien sin ti.

-¿Qué es lo que quieres Jeffrey?

-Quiero irme de aqui, contigo.

-Creí que Craig era tu amigo.

-Lo es pero él no esta aquí ni tu le perteneces.

-Tal vez solo no quiero irme contigo.

-¿Lo quieres?

Lo quería pero cuando Jeffrey estaba cerca de mi, me hacía sentir diferente, era como si me abriera la puerta a la libertad.

-No deberías preguntarme eso, sabes bien que sí y si él estuviera aquí no le gustaría que su mejor amigo estuviera coqueteándome.

-No te estoy coqueteando, el coqueteó es un intento tonto por llamar la atención de alguien, y yo ya tengo la tuya.

-Que arrogante eres.

-Tal vez, pero al menos soy honesto. La mayoría de los hombres no tienen el valor de adimtir las cosas como son, deberías sentirte afortunada.

-Tengo que irme.

-¿Por qué siempre huyes de mi?

-No estoy huyendo.

-Bien, entonces esperaré aquí a que termine tu concierto, después vendrás conmigo.

No pude evitar sonrojarme, en realidad quería irme con él, seguir fingiendo que me molestaba su insistencia y sus apariciones pero estaba Craig, le había hecho una promesa. ¿Qué clase de mujer sería si la rompía?


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