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primer amor

Joshep la observaba con detenimiento mientras hablaba.

- Al menos creció con una gura paterna -dijo lamentándose-. Mi padre nos dejó cuando tenía once años, se fue con su amante... de todas las cosas que vivimos como familia lo único que recuerdo es la noche en que se marchó. Mi madre pasó por una terrible depresión y prácticamente me tuve que encargar de Hanna, mi hermana. Quizá por eso me ve como su padre, siempre me consulta sus decisiones. A veces papá llamaba para preguntar como estábamos, hasta que un día dejó de hacerlo... no he hablado con él desde entonces, no tengo idea si vive o no. Creo que no puedes extrañar a alguien que no ha estado para ti.

-Dejemos de hablar de cosas tristes. Oye conozco un lugar que no queda muy lejos de aquí. Es un lago divino. Podríamos ir a remar, ¿te parece?

-Era mi siguiente sugerencia señorita Brooks, pero primero terminaremos de desayunar.

-Todo esta delicioso Joshep, pero no tengo tanta hambre. Desayuné algo en casa antes de salir, preferiría ir al lago a remar.

-De acuerdo.

Irina y Joshep pasaron el resto de la mañana remando, despreocupados y riéndose de tonterías. Joshep se alejó de los demás botes hasta llegar a un embarcadero en lo que parecía un terreno inexplorado. Irina se puso un poco nerviosa cuando se vio completamente sola con él, su respiración se agitó y él notó su angustia.

-Ven -la sujetó fuertemente de la mano y la ayudó a bajar del bote. La dirigió por un sendero lleno de hojas secas mientras una parvada de cisnes se acercaba nadando. Sin soltarla de la mano, y al percatarse de su distracción, se detuvo frente a un árbol que estaba repleto de nombres y corazones. Sacó una navaja y comenzó a tallar sus nombres entrelazados.

-Hay una leyenda en torno a éste árbol... es considerado como el árbol de los deseos, dicen que si la pareja enamorada graba su nombre en él, estarán juntos por siempre.

-Qué lindo Josh, es realmente romántico.

-Josh -repitió él-, Hanna me dice así. Es extraño escucharlo de tu boca.

Joshep tomó de la mano a Irina acercándola lentamente hacia él. Besó tiernamente su frente, la miró jamente a los ojos y acaricio suavemente su cabello. Sujetó su rostro y poco a poco se fue acercando hasta sentir el calor de sus labios, ambos cerraron los ojos. Después del beso, él pegó su nariz contra la de ella susurrando.

-Feliz cumpleaños amor mío, cada día que pasa me haces más falta que el anterior. Simplemente ya no puedo vivir sin ti Irina, te amo como jamás he amado a alguien, ahora que eres mayor de edad podemos planear estar juntos.
La declaración de Joshep hizo que a Irina le temblaran las piernas y se sonrojara poco más de lo habitual, sintió la intensa necesidad de besarlo y así lo hizo. De pronto no le importó llegar hasta el nal con él, amarlo...sentirlo acariciando su cuerpo hasta fundirse en uno, pero Joshep sabía controlar sus ímpetus. 

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