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El diario de Mina.

Había más secretos en la vida de Gabriel, cosas turbias, cosas que él jamás me diría a pesar de que éramos amigos, lo sabía y estaba bien.

Sin embargo, las cosas cambiaron cuando apareció en mi departamento al día siguiente del funeral. 

-Quise llamarte pero nunca contestaste, supuse que estabas ocupada, triste quizás. Lo cual me hizo venir a ver cómo estabas. 

-Bien.

-No tenía idea de quién era tu padre.

-Y por eso estas aquí.

-Por eso y porque eres mi amiga, quería darte el pésame en persona y ofrecerte mi ayuda para lo que necesites.

-Gracias.

-Vi tu foto en los periódicos.

Entonces pensé que todos habían visto esas horribles fotos mías en el periódico, a estas alturas ya sería imposible ocultar quién era y quiénes eran los miembros de mi familia. 

-Le dieron demasiada importancia al asunto de mi presencia, lo cual es absurdo dado que no se trataba de mí.

-¿Te molestó la nota?

-Absolutamente. 

-No creo que seas lo que dicen.

-Gracias.

-Lo digo en serio.

-También yo.

-Por qué nunca me dijiste quién era tu padre.

-No tenía caso, a nadie le importa, no quería vivir bajo la sombra de mi familia.

-Te habría facilitado las cosas, te hubiera dado mejores oportunidades.

-No quería deberles nada.

-No conocía esa parte de ti.

-No sabes nada de la relación que tengo con ellos.

-Quizás pero tampoco considero que sea prudente subestimar la importancia que tiene tu familia en la sociedad, te hubiera ahorrado tiempo.

-No me estás entendiendo, si llego a dónde quiero deberá ser gracias a mí no a ellos y a los favores que pueda obtener por mi apellido.

-Te entendí perfecto, es que considero que debes hacer lo necesario para llegar a la meta y si tu apellido te facilita las cosas qué mejor que usarlo.

-No pienso igual.

-Esa solo un comentario.

-Además de tus comentarios, qué otra cosa te motivó a venir a mi departamento.

-Decirte que  Fra envió una corona de flores, me pidió que te diera el pésame y que te dijera que tomaras los días que consideres necesarios antes de volver al trabajo, además de los que te di claro.

-Dile que agradezco el detalle pero no es necesario, tomaré los que me pediste que tomara, no más.

-Ro por favor quisiera que fueras un poco menos emocional.

-De acuerdo, quieres saber, te lo diré. Mi padre nos abandonó cuando era muy pequeña, la única relación que tuvo fue con mi hermana, yo viví bajo su sombra, nunca le importé y ahora que está muerto mi presencia es más que innecesaria.

-Por qué fuiste entonces al funeral.

-Hanna me obligó pero ese es otro asunto que no viene al caso.

-Lamento hacerme entrometido en todo esto.

-No tenías idea.

-Soy un idiota, no debí venir y hacerte sentir mal.

-No importa. Si no te molesta debo pedirte que te vayas, tengo cosas que hacer y debo ir con mi familia. Te llamaré cuando me desocupe.

-Bien, espero tu llamada y si necesitas algo más, no dudes en llamar.

-Lo sé, gracias.

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