Alexander entró corriendo al hospital, tocó la puerta, mientras esperaba en el pasillo a que le abrieran dio un par de vueltas ansioso, se jaló el cabello y recargó el brazo sobre la pared intentando controlarse.
Luego de unos minutos la puerta se abrió y Amy salió acompañada por un hombre al que nunca había visto, lo miró con recelo, como si supiera en el interior de quién se trataba, le cortó el paso a la joven quien palideció al verlo en el hospital, había olvidado la llamada que le hizo.
-¡Amy!
-¡Hey! -dijo inexpresiva- ¿qué haces aquí?
-Tú me llamaste, ¿lo olvidaste? Me pediste que viniera ¿qué pasa con Nina? -Preguntó perturbado sin quitarle la mirada al hombre que estaba a su lado.
-A decir verdad suceden muchas cosas Alex,es -tartamudeó- es mejor que vayamos a la cafetería, lo que te tengo que decir es delicado.
-¡Amy no voy a ir a ningún lado! ¿Qué pasa con Nina? ¿cuál es la emergencia? -demandó angustiado.
Ella lo miró nerviosa, se mordió el labio y cruzó los brazos encogiendo los hombros y expulsando el aire por la boca.
-Nina no recuerda nada de lo que pasó.
-¿De qué estas hablando? -preguntó extrañado- ¿cómo que no recuerda nada?
Nathan quien hasta ese momento se había mantenido al margen de la conversación tomó un profundo respiro y empezó a hablar.
-Ella simplemente no recuerda nada de lo que pasó en estos últimos dos años, el doctor Philips cree que es algo temporal pero no puede asegurarlo.
-¿Perdón tú quién eres? -preguntó molesto ante la intromisión.
-Nathan Cooper.
Alexander lanzó una breve risita de desaprobación ante la presencia de Nathan, intentó calmarse, sabía que no era el momento ni el lugar para ponerse celoso.
-¡Nathan! -musitó con desagrado.
-Sé que mi presencia aquí te incomoda pero Nina es mi amiga y no pienso alejarme de ella ni por ti, ni por nadie.
-Entonces tendré que lidiar con tu presencia supongo, sólo quiero dejarte en claro que la amo y haré lo que sea por estar a su lado.
-Lo se, y el sentimiento es profundamente correspondido, ella me lo dijo -respondió con tristeza.
-¡Hey chicos! No es el momento para estar armando escenitas. Debemos enfocarnos en Nina, en lo que haremos ahora que despertó.
-Déjame ver si entendí -dijo Alexander- ¿dices que Nina no tiene recuerdos los últimos 24 meses?
-Así es.
-Eso quiere decir que no tiene la menor idea de quien soy -dijo lleno de incredulidad-. ¡Eso es absurdo! -se mofó- Tengo que hablar con ella, estoy seguro de que en cuanto me vea recordará todo lo que vivimos juntos.
-¡Alex no! -gritó Amy y se colocó frente a él- Hace 2 años ella no conocía a Ryan,el infierno que vivió a su lado quedó borrado de su mente, ni siquiera va a recordar lo que pasó en su departamento ni los motivos por los cuales sufrió el accidente -miró a Nathan-. Estuvimos hablando con Marcus y llegamos a la conclusión de que es mejor no traerle ese pasado de vuelta.
-¡Eso es una tontería Amy! ¿Me estas pidiendo que no vuelva a acercarme a ella? ¡Con qué derecho se te ocurre eso!
-¡Cálmate! Podríamos organizar un encuentro casual, sería como volver a empezar.Es cuestión de esperar al menos un tiempo, un par de semanas, quizá más.
-¿Quizás? -preguntó inseguro- ¡No! amo a Nina y no pienso alejarme de ella, engañarla no es una forma de solucionar sus problemas.
-No la estaríamos engañando -interrumpió nerviosa-, simplemente no vale la pena mencionar sucesos desagradables. Dime Alex, si tuvieras la oportunidad de resetear a tu mente, ¿no te agradaría empezar sólo con lo bueno?
-No sería quien soy si omito las cosas malas que he vivido.Todo eso me define Amy, y estoy seguro que Nina piensa lo mismo. ¡Necesito verla!
Alexander apartó a Amy de la puerta pero Nathan lo sujetó del brazo, lo miró fijamente a los ojos.
-Te prometo que no haré nada que dañe su relación.
-¿Por qué habría de confiar en ti?
-Porque la amo y lo menos que quiero es dañarla.Estoy dispuesto a sacrificar lo que siento con tal de que sea feliz, además ella te ama a tí.
Alexander lo miró con desconcierto, no tenía otra opción más que confiar en las decisiones que habían tomado y esperar.
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