Ryan entre abrió los ojos, vio a Nina correr por el departamento hasta salir, intentó levantarse para alcanzarla pero fue inútil, se quedó tirado en el suelo recuperando sus energías.Luego de un rato se levantó bañado por una mezcla de vino y sangre.Llevó su mano al cuello intentando detener la sangre que brotaba de la herida que el golpe le había hecho.
Se recargó en el sillón y poco a poco se puso en pie,el teléfono sonó, se acercó a contestar y después se dirigió al baño y sacó una toalla del closet, la colocó haciendo presión sobre la herida.
-¿Cancelarás la junta? -preguntó Lola.
-¿Qué?
-¡La junta que tenías a las 6.30 Ryan!
-¿De qué hablas? son las 4 y algo sí llegaré.
-Son las 6:15 -miró su reloj perplejo.
-Por cierto Aideé ha estado llamando cada hora ¿qué le digo?
Ryan colgó el teléfono y se quitó la camisa aventándola al suelo, abrió el grifo de la llave para limpiarse y limpió el vapor que empañó el espejo.Luego del golpe quedó inconsciente en el suelo.Estaba furioso con Nina, pensó en irla a buscar y vengarse,se puso una playera que encontró en el closet y se observó un rato en el espejo limpiando su herida, después se acomodó el cabello y sacó un porro del botiquín.
Lo encendió y se dirigió a la sala para fumarlo tranquilamente mientras pensaba en lo que haría con Nina.Cerró los ojos y se quedó profundamente dormido hasta que el timbre sonó despertándolo.
Su departamento estaba completamente oscuro, se levantó y antes de abrir encendió la luz del pasillo, miró su reloj pasaban de las 9 de la noche.
-¿Qué haces aquí? -preguntó perplejo al ver quién estaba parado frente a la puerta.
Alexander se lanzó sobre Ryan empujándolo contra la pared.
-¡Qué fue lo que le hiciste!
-¡En verdad eres osado! ¡Qué diablos haces aquí!
-¡Contéstame! -demandó molesto.
-¡No se de qué hablas! No la he visto en todo el día.
-¡No mientas! Sé que estuvo aquí.
Ryan intentó apartarse de la pared pero Alexander puso su brazo sobre su pecho, lo miró con desprecio, lleno de furia.
-¿Ella te mandó?
-¿Qué le hiciste? -insistió desesperado.
-¿Acaso no te lo dijo ella misma?
Ryan lo observó detenidamente, intentó controlar la molestia que le provocaba su presencia.Alexander se percató que tenía restos de sangre en el cuello y que la playera que llevaba no iba acorde al pantalón de vestir que usaba.Enloqueció con las suposiciones de lo que pudo haber pasado y lo soltó absorto, se adentró en el departamento y observó lo que supuso eran las maletas de Nina a un costado de la escalera.
Ryan se deslizó lentamente por la pared hasta incorporarse mientras se reía a carcajadas por la osadía de Alexander.
La tensión terminó por empeorar y Alexander regresó sorpresivamente para darle un puñetazo en el rostro, Ryan se encorvó, lo miró provocativo y añadió.
-No deberías defenderla de ese modo, ella no vale la pena.Es tan solo una zorra mentirosa -dijo con desprecio.
Alexander se contuvo de seguir golpeándolo, intentó calmarse y respiró profundamente para aclarar sus ideas.
Dio un par de vueltas alejándose lo más posible de Ryan y se acercó a la sala, vio un charco de vino y restos de la botella que lo contenía quebrada en el suelo.Sobre uno de los sillones estaba el abrigo de Nina.
-¿Qué le hiciste? -preguntó angustiado.
-¿Qué te hace suponer que le hice algo? -caminó tambaleándose.
-¡Todo este desorden! ¡el que las cosas de Nina estén aquí!
-¡Vaya,eres muy perspicaz! -dijo cínico y se limpió la sangre de la boca.
-¡Déjate de juegos! -gritó tenso- ¿qué pasó aquí? ¿Por qué Nina salió huyendo?
-Yo tengo una pregunta mejor, si tanto te preocupa ¿por qué la dejaste sola?
Ryan se acercó al dispensador para servirse un vaso de agua.Alexander lo observó en silencio, él tenía razón y ninguna explicación aliviaría su culpa.
-En serio niño, no se quién es peor, ella por crédula o tú por complacerla.¡Esa maldita mentirosa! -dijo riéndose de la situación- ¿Por qué esperaste tanto tiempo para venir a armarme un escándalo?
-Nina tuvo un accidente.Al salir de aquí la atropellaron y todo esto fue tu culpa.
-¡Mea Culpa! -añadió burlón.
Alexander lo observó atento,sus pupilas estaban dilatadas y se comportaba de una extraña manera que lo hizo sospechar su estado, se contuvo antes de volver a golpearlo.
-¡Pero que descortesía la mía! ¿Quieres algo de tomar? -dijo alzando el vaso- Te invitaría un trago pero Nina se encargó de desperdiciarlo -lanzó una carcajada y dirigió su mirada al suelo donde yacían los pedazos rotos de la botella-.Me rompió un vermont ¿puedes creer lo violenta que se ha vuelto? ese viaje a Praga la trastornó por completo, ella solía ser tan sumisa y complaciente pero casualmente conoció a un tipo que aparentemente le cambió la perspectiva -hizo una pausa para darle un trago a su vaso- a ti.
-Creo que será imposible razonar contigo.
-¿Por qué, porque estoy tomando las cosas con humor en vez de gritarte e intentar matarte por tener el descaro de venir a mi casa a reclamarme luego de que te jodieras a mi mujer? Espero lo hayan disfrutado porque no volverá a pasar.
-¿Nina sabe que eres adicto?
-¡Cielos! Deberías ser detective, se te da muy bien todo esto de indagar.
-Daré aviso a las autoridades, si algo le pasa a Nina te vas a fundir en prisión por el resto de tus días.
-¡Tonterías! -dijo sarcástico- No pueden culparme de nada, yo no la obligué a venir.
-Desde luego que lo hiciste.
-¿En serio? Revisa su celular, fue ella quien me buscó.
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