Caminó por el hotel en busca de Jamie o Enrique, pero no
los vio. Entonces suposo que habían ido a buscar a Joshep.
Se dirigió lo más rápido que pudo a la puerta pero su
tobillo falseo cerca de la entrada, cayendo en los brazos de
un joven que llegaba al momento que ella intentaba salir.
Él era alto, blanco de cabello ébano y ojos azules, el hombre la distrajo de su objetivo y su cercanía la puso nerviosa.
-¡Lo siento!- Dijo sonrojada al verse entre sus brazos.
-¿Te sientes bien?- dijo con voz varonil mientras la ayudaba a estabilizarse.
-Sí gracias, sólo me torcí el tobillo.
Irina se quedó fría ante la profunda mirada de aquellos ojos que la observaban jamente. Ella bajó la mirada, se sonrojó ante la insistente jación de ese hombre que la ayudó a no caer al suelo. Sus manos eran muy suaves, delgadas y masculinas. Su rostro resplandecía con el smoking que llevaba. Un diminuto mechón se salió de lugar, rápidamente lo acomodó pasándose los dedos por su sedosa cabellera.
La joven murmuró una disculpa y se retiró del lugar ante la sorpresa de él, quien se quedó inmóvil al verla salir del hotel. Caminó ansiosa tambaleándose nuevamente por el estacionamiento buscando a Jamie o a Joshep. Finalmente lo vio sentado en la fuente, solo. Llevaba un pantalón de vestir oscuro, una chamarra de piel y una camisa, pero nada formal como para entrar con ella a la cena.
-¡Joshep!- gritó y apresuró el paso hasta llegar a él y abrazarlo- ¡Sácame de aquí por favor Josh, te lo suplico ya no aguanto esto!
Él era alto, blanco de cabello ébano y ojos azules, el hombre la distrajo de su objetivo y su cercanía la puso nerviosa.
-¡Lo siento!- Dijo sonrojada al verse entre sus brazos.
-¿Te sientes bien?- dijo con voz varonil mientras la ayudaba a estabilizarse.
-Sí gracias, sólo me torcí el tobillo.
Irina se quedó fría ante la profunda mirada de aquellos ojos que la observaban jamente. Ella bajó la mirada, se sonrojó ante la insistente jación de ese hombre que la ayudó a no caer al suelo. Sus manos eran muy suaves, delgadas y masculinas. Su rostro resplandecía con el smoking que llevaba. Un diminuto mechón se salió de lugar, rápidamente lo acomodó pasándose los dedos por su sedosa cabellera.
La joven murmuró una disculpa y se retiró del lugar ante la sorpresa de él, quien se quedó inmóvil al verla salir del hotel. Caminó ansiosa tambaleándose nuevamente por el estacionamiento buscando a Jamie o a Joshep. Finalmente lo vio sentado en la fuente, solo. Llevaba un pantalón de vestir oscuro, una chamarra de piel y una camisa, pero nada formal como para entrar con ella a la cena.
-¡Joshep!- gritó y apresuró el paso hasta llegar a él y abrazarlo- ¡Sácame de aquí por favor Josh, te lo suplico ya no aguanto esto!
-No puedo hacer eso Irina, tu padre da esta fiesta en tu honor.
-¿Quién te lo dijo?
-Enrique y Jamie -respondió con frialdad.
-¿Estás molesto?
-¿Debería estarlo? -dijo sin voltear a verla ni corresponderle el abrazo.
-Es la fiesta del club, en realidad no me festejan a mí. Es un pretexto para mi padre. Jamie simplemente se equivocó.
Joshep cambió su actitud cuando vio que Irina se sentó a su lado triste.
-No importa Irina. Deberías volver a la fiesta, te deben estar buscando -acercó su mano hasta sujetar la de Irina.
-Quiero estar contigo aquí o en donde sea, pero juntos. Llévame lejos de mi padre.
Joshep volteó esbozando una ligera sonrisa, el rostro se le iluminó y la acercó hasta sentarla en sus piernas.
-¿De verdad, es eso lo que quieres?
-¿Quién te lo dijo?
-Enrique y Jamie -respondió con frialdad.
-¿Estás molesto?
-¿Debería estarlo? -dijo sin voltear a verla ni corresponderle el abrazo.
-Es la fiesta del club, en realidad no me festejan a mí. Es un pretexto para mi padre. Jamie simplemente se equivocó.
Joshep cambió su actitud cuando vio que Irina se sentó a su lado triste.
-No importa Irina. Deberías volver a la fiesta, te deben estar buscando -acercó su mano hasta sujetar la de Irina.
-Quiero estar contigo aquí o en donde sea, pero juntos. Llévame lejos de mi padre.
Joshep volteó esbozando una ligera sonrisa, el rostro se le iluminó y la acercó hasta sentarla en sus piernas.
-¿De verdad, es eso lo que quieres?
-Sí, de verdad Josh. Te amo.
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