Clare entró al estudio en donde se encontraba su madre leyendo unos papeles que había sacado del archivero, tan pronto vio a su hija se puso en pie y la alcanzó muy cerca de la puerta.
-¿Necesitas algo?
-Daniel.
-Qué pasa con él.
-Creo que deberías hablar seriamente con él, no ha madurado, es un cretino y se porta como si fuera el dueño de la casa, exijo que le aclares que no soy su sirvienta.
-Es el dueño de la finca.
-También yo lo soy.
-Es diferente querida, cuando tu padre muera él será quien legalmente administre todo.
-No tiene ni idea de en donde está parado.
-Estuvo fuera 6 años, necesita acoplarse nuevamente a esta vida.
-¿En serio crees que se quedará aquí?
-Debe hacerlo, es el hombre de la casa.
-Hay mamá, no puedo creer que pienses eso. Daniel se irá tan pronto reciba su parte de la herencia, nosotras no le importamos en absoluto.
-Por favor no digas esas cosas, no tienes fundamentos.
-Es lo que veo. Ya no tengo 12 años, no voy a permitir que tome decisiones por nosotras.
-Creo que estás exagerando.
-Quiere que preparemos una habitación porque invitó a un amigo, justo ahora que papá esta agonizando, acaso no te parece una falta de respeto.
-Me parece nuevamente que estás exagerando. Tiene derecho a traer a quien se le plazca.
-¿Justo ahora?
-Es su casa.
-Pues no pienso atender a su amigo. Tengo que estudiar, tengo cosas que hacer, si quiere traer invitados tendrá que atenderlos él mismo.
-Hablaré con él pero necesito de tu ayuda, yo sola no puedo encargarme de la casa.
-Entonces pídele que retire esa absurda invitación.
-No puedo hacer eso, sabes lo mucho que a tu padre le molestaría que importunáramos a tu hermano.
-Papá no tiene idea de lo que está pasando.
-¡Clare!
-Lo siento mamá, no cuentes conmigo para esto.
Clare salió furiosa del estudio y subió corriendo las escaleras rumbo a su habitación, antes de llegar encontró a Daniel en el pasillo.
-Mi amigo acaba de llamar, necesito las llaves del auto, iré por él a la estación.
-No tenemos auto.
-Claro que tenemos, lo vi al llegar.
-No tiene gasolina.
-Cómo que no tiene gasolina, por qué.
-Se acabó y no tenemos dinero para esas cosas.
-Si papá se pone enfermo, cómo pretenden trasladarlo al pueblo.
-El doctor vive no muy lejos de aquí, deberías acostumbrarte a caminar -respondió y entró a su habitación.
Clare recién había salido del internado y quería entrar a la universidad, estudiar arte, montar su propia exposición. Su padre tenía otra idea, estaba interesado en casarla con un hombre viejo y rico que los ayudara a salir de los problemas económicos que tenían. Para la joven era absurda su idea, prefería la pobreza antes que entregar su vida a un hombre que no amaba.
Clare no estaba dispuesta a que mangonearan su vida de ese modo. Casarse no estaba en sus planes, mucho menos con un hombre a quien no conocía pero cuyas referencias había escuchado por ahí.
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