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El interrogatorio.

 Scott Parker abrió los ojos cuando el auto que estaba parado atrás de él tocó el claxon y le echó las luces. El semáforo estaba en verde y de inmediato avanzó. Había pensado en Irina toda la mañana, tenía la intención de ir al museo esa tarde pero el arresto de Hammer hizo que sus planes cambiaran.

Tan pronto como llegó a la estación de policía buscó al doctor Nolan. Lo encontró sentado al final del pasillo con los codos sobre las rodillas y las manos cubriendo sus ojos.

-¿Todo bien?

-Él está ahí adentro, ahí adentro Scott...después de tanto tiempo tengo miedo de saber qué hizo con Blake.

-¿Hubieras preferido que no lo encontraran nunca?

-No, no puedo seguir viviendo con la duda, me carcome día tras día no saber en dónde está mi hija.

-Entonces ven conmigo, estaremos escuchando el interrogatorio del fiscal y después entraré a hablar con él.

-Quiero hablar con él.

-Sabes que eso es imposible.

-Quiero verlo a los ojos cuando me diga en dónde está Blake -dijo lleno de ira.

Hasta ese momento Scott nunca había visto a su amigo tan furioso, para él siempre había sido alguien lleno de paz y serenidad. 

Las puertas de la sala de interrogatorio se abrieron y Scott entró a la sala de interrogatorios. Hammer se enderezó, lo primero que observó fueron sus costosos zapatos, después su traje de diseñador y lentamente lo recorrió. En su mano derecha llevaba un portafolio y con la izquierda ajustó el nudo de su fina corbata, entonces vio su rostro, lo había visto antes en los periódicos, el hijo del multimillonario Bruno Parker.


-Señor Michel, soy…


-Scott Parker, lo he visto en los periódicos. ¿A qué debo el honor de su visita?


-Soy el representante legal del doctor Nolan.


-Vaya, vaya, vaya -dijo y se recargó en el asiento relajando su postura mientras el guardia lo esposaba a la mesa- Robert Nolan, cuánto tiempo sin saber nada de él, ¿está aquí? -preguntó apresurado y se alisó el cabello volteando hacia los espejos.


-No -titubeó desconcertado.


-Usted no necesita este trabajo.


-¿Qué quiere decir?


-Tiene la herencia de su padre, qué busca tratando de involucrarse en un asunto que no le pertenece -respondió sarcástico-, Nolan no le ha advertido sobre mí.


-Soy ahogado señor Michel, mi trabajo depende de lo que mis clientes necesiten.


-Como una perra.


-¿Perdón?


Hammer lanzó una carcajada y se frotó la nariz.


-Hace lo que le piden por dinero -musitó.


-¿Está tratando de intimidarme?


-Solo de que pierda la compostura y se muestre como es. Esa pose tan recta me parece más arrogancia de su parte.


-No estoy aquí para que hablemos de mí.


-Dígame abogado, ¿por qué aceptó el caso?, su inexperiencia no lo hace más selectivo. ¿Nolan le dará un jugoso cheque?


-Señor Michel...


-Claro que no es el dinero la razón por la cual aceptó este caso -dijo y lo barrió de pies a cabeza. Debió ser difícil, ¿no?, crecer a la sombra de los logros de su padre.


-¿Qué?


-Oh estoy seguro de que sabe de qué le hablo -respondió y se puso en pie pero las cadenas que tenía en las manos lo jalaron de nuevo hacia la mesa-. Le fascina ser el centro de atención, leyó mi declaración al menos veinte veces antes de venir, aún a pesar de haberla memorizado la noche anterior. Ensayó lo que diría por cada respuesta que le diera. Lo aprendió muy bien de su padre. ¿Cuántas generaciones de abogados hay en su familia señor Parker?


Scott sonrió desinteresado, no quería  seguirle la corriente, se sentó frente a él colocando su portafolio sobre la mesa y cruzó la pierna para después colocar sus manos sobre su regazo sin embargo, pensó que podría ser contraproducente.


-Tres -respondió cortante.


-Se graduó con honores en una de las mejores universidades del país, pero eso no logró impresionar a su padre. 


-¿Cree conocerme?


-Quiso demostrarle a toda costa lo capaz que era de llevar el negocio familiar y aún muerto se esfuerza siempre en ganar. 


-Señor Michel no estoy aquí para discutir los motivos por los cuales acepté el trabajo así que le sugiero que coopere conmigo.


-¿Es una amenaza?


-Nunca amenazo señor Michel.


-No diré nada que no haya dicho ya y estoy seguro de que ya escuchó mi declaración.


-Completa.


-¿La memorizó?


-Tal vez.


-Bueno estoy dispuesto a negociar. Nolan quiere saber en dónde está su hija y yo quiero salir de aquí.


Scott se enderezó, jaló su corbata y enderezó el cuello, frunció el ceño y volteó a ver un punto en el vidrio. Sabía que estaba provocando a Nolan y él no resistiría demasiado.


-Toda la policía está buscando a Blake, nadie sabe en dónde está la escondió muy bien.


-Tan bien que si muero nunca la encontrarán.


-Nadie desea su muerte.


-Él está aquí, ¿cierto?, claro que lo está, Robert Nolan es tan obsesivo que no enviaría a un niño solo a cuestionarme -se mofó-. Llevo varios años huyendo de mi destino, ¿por qué crees que lo hice? -preguntó volteando al espejo.


-Nada lo librara de una larga condena sin embargo podemos negociar.


-¿Duda que lo logre salir solo de esta?


-Mi opinión es irrelevante.


-Es usted muy ambicioso, nadie ha podido encerrarme. Tengo contactos, saldré de aquí y cuando lo haga no perdonaré a Nolan ni a usted, los cazaré como un lobo a su presa.


Scott lanzó una carcajada. 


-Sus contactos corren el mismo destino que usted. Myers en cambio está dispuesto a declarar en su contra a cambio de una reducción en su condena -dijo y se puso en pie.


-¡Espere abogado!. Tal vez vaya a prisión pero si coopero la condena será menor.


-Alguien con sus antecedentes, lo dudo.


-Qué quería negociar entonces.


-Un mejor lugar en la prisión de máxima seguridad, quizás hasta una visita al patio por día.


-Qué quiere.


-Saber qué hizo con Blake la noche en que mataron a Regine.


-Se lo diré...a Nolan -añadió.


-El doctor Nolan no es abogado, él no puede interrogarlo ni permanecer en la sala.


-Tampoco le constaba que hubiera cometido alguno de los crímenes de los que me acusaban y eso no le impidió dar su opinión respecto a mí. Después de 15 años eres incapaz de vivir con lo que tienes Nolan, me decepcionas, te tenía en otro concepto.


Las puertas del cuarto se abrieron y sorpresivamente para ambos Robert Nolan entró, miró con un profundo odio a Hammer y rodeó la mesa hasta postrarse frente a él.


-Robert -gritó Scott sujetándolo de los hombros-. no es conveniente que estés aquí.


-Puedo manejarlo Scott.


-Preferiría que no lo hicieras.


-Oh por favor abogado, no tengo muchas emociones aquí encerrado.


-¿Qué quieres de mí?


-Que te retuerzas de dolor por todo lo que me hiciste. 


-¡Te hice!, eres un cínico. Merecías todo lo que tenías, eres un asesino, un criminal.


-Dime más y nunca sabrás en dónde está tu hija.


-Sé que está muerta, nada de lo que haga la regresará a mi lado solo quiero saber en donde la enterraste.


-Quién habló de enterrar.


-Ya olvidaste la ropa ensangrentada que encontraron en la parte trasera de aquella bodega en Harlem. Cerraron el caso hace años. Qué hiciste con ella -respondió desconcertado y frunció el ceño.


-Lori huyó con Blake, ella está viva  -dijo y se acomodó en la silla frente a él.


-No te creo.


-De acuerdo, estaba. La vi morir.


-Lori no se llevó a Blake.


-Ya no está para desmentirte pero lo que te dije es real. Lori había tenido un aborto, deseaba tanto tener un hijo que cuando entramos a su casa y vio a Blake se enamoró de ella, la tomó entre sus brazos y no pudo soltarla  -lanzó una carcajada y frotó su rostro-, sabes, yo soy la víctima en todo esto, huir con un bebé era aún más difícil así que le sugerí a Lori matar a la niña, entregarte su cuerpo en pedazos en una caja. Pero Lori no quería que la matara,  entonces un día esa maldita ramera decidió que se iría sin mí, se llevó mi dinero y a la mocosa, ella fue la que enterró la ropa con sangre.


Hammer lanzó una carcajada que estremeció a Nolan y a Scott quien observaba atento.


-Nunca estuvo en mis planes llevarme a tu hija, es a ella a quien debiste buscar y condenar -aclaró la voz-. Deberías estar agradecido conmigo por darle su castigo.


-¡Maldito hijo de puta! -se levantó de la mesa pero las esposas lo jalaron nuevamente al asiento. 


-¡Guardia!, terminé con el interrogatorio- ¡Robert basta!, no te comprometas.


-Espera, espera puedo decirte más cosas, sé en dónde está Blake, podemos negociar.


-Estoy seguro de que el juez estará más que feliz cuando vea la grabación de su confesión. Mi tiempo terminó.


-¡Es ella!, ella es Blake -gritó desesperado-. Blake está viva, tan parecida a Regine.


-Basta señor Michel.


Hammer lanzó una carcajada, perdió completamente los estribos y al intentar lanzarse sobre Scoott, el oficial de guardia lo sometió contra la mesa.


-¡Sé en dónde está!, puedo ayudarlos a encontrarla  -gritó furioso-. ¡Confesaré!, lo juro, lo juro abogado. 










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